Ciudad del Vaticano, 16 de mayo de 2025.
El papa León XIV exhortó este viernes a los líderes mundiales a defender con firmeza la dignidad de los migrantes, recordando que “es siempre la misma: la de una criatura amada por Dios”. La declaración fue parte de su discurso ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, que agrupa a representantes de 184 países.
Durante su intervención, el pontífice alertó sobre los profundos desequilibrios e injusticias que afectan a las sociedades contemporáneas, y señaló que estos fenómenos derivan, entre otras causas, en condiciones laborales indignas y en sociedades cada vez más fragmentadas.
“La Santa Sede no puede permanecer en silencio ante las desigualdades que generan muros de opulencia e indigencia entre continentes, naciones e incluso dentro de las mismas comunidades”, expresó con firmeza.
Inversión en la familia: clave para la paz social
El papa también hizo un llamado directo a los gobiernos a comprometerse con la construcción de sociedades más justas, destacando que invertir en la familia es esencial para alcanzar la paz y la armonía social. Subrayó que esta debe estar basada en la unión estable entre un hombre y una mujer, como pilar de una estructura social saludable.
Asimismo, instó a promover políticas que garanticen la protección integral de los más vulnerables, desde el niño por nacer hasta los ancianos, pasando por los enfermos, desempleados y migrantes.
Un mensaje personal con raíces migrantes
León XIV cerró su intervención evocando su propia historia personal, marcada por la migración. “Mi vida se ha desarrollado entre América del Norte, América del Sur y Europa”, compartió, recordando que es descendiente de migrantes y también ha sido migrante.
“Cada uno de nosotros puede encontrarse, a lo largo de su vida, sano o enfermo, con empleo o sin él, en su tierra natal o en tierra extranjera”, reflexionó, subrayando que la dignidad humana debe prevalecer sobre cualquier circunstancia.