27 de junio de 2025 – Un nuevo informe publicado por The Guardian revela el estado crítico de la economía en la Franja de Gaza, donde más de 2,3 millones de personas enfrentan una situación límite tras casi dos décadas de bloqueo, conflictos bélicos sucesivos y colapso institucional.
De economía productiva a dependencia total
Antes de 2007, Gaza contaba con un tejido productivo básico que incluía agricultura, pesca e industrias ligeras. Sin embargo, desde que Israel impuso un bloqueo total tras la toma del enclave por parte de Hamás, la economía local ha sufrido un proceso de desmantelamiento sistemático. Hoy, más del 80 % de la población depende de la ayuda humanitaria internacional para sobrevivir.
Las restricciones al movimiento de bienes y personas han paralizado la producción agrícola e industrial. El combustible entra en cantidades mínimas, las importaciones están severamente limitadas y la exportación es prácticamente inexistente. El desempleo, especialmente entre los jóvenes, supera el 65 %, y más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza extrema.
Devastación humana y colapso sanitario
Desde la más reciente escalada militar, ocurrida entre 2024 y 2025, se estima que han muerto más de 55.000 personas, en su mayoría civiles. Las cifras son especialmente alarmantes considerando el tamaño reducido del territorio y su densidad poblacional.
El sistema de salud se encuentra al borde del colapso: escasean medicamentos, el equipo médico es obsoleto, y los cortes eléctricos constantes impiden la operación de servicios básicos. El acceso al agua potable es inferior al 10 % de los estándares mínimos establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
Reconstrucción imposible bajo bloqueo
El bloqueo impuesto por Israel y, en menor medida, por Egipto, ha impedido sistemáticamente la entrada de materiales de construcción, tecnología y recursos esenciales para la reconstrucción. Las infraestructuras destruidas en los conflictos, incluyendo viviendas, escuelas y hospitales, no han podido ser restauradas. El sector pesquero, uno de los pocos sustentos tradicionales de Gaza, opera bajo severas restricciones marítimas, con límites estrictos de distancia que imposibilitan la pesca comercial sostenible.
Un modelo económico insostenible
Expertos citados por The Guardian coinciden en que Gaza ha entrado en una forma de «des-desarrollo»: un retroceso estructural en sus capacidades productivas y sociales. La ayuda internacional mantiene a la población con vida, pero sin posibilidad de crecimiento o autosuficiencia. La economía de Gaza no solo está estancada, sino en regresión constante.
La inacción internacional y el dilema político
Organismos como Naciones Unidas han pedido reiteradamente el levantamiento del bloqueo por razones humanitarias. Sin embargo, las resoluciones han sido bloqueadas en el Consejo de Seguridad o ignoradas por las partes en conflicto. Las divisiones políticas entre los aliados de Israel y los defensores de los derechos palestinos han impedido una acción coordinada. Mientras tanto, Hamás continúa ejerciendo control político interno, lo que complica aún más las posibilidades de una solución negociada.
 
            













































