El proceso judicial en torno al colapso en el centro de entretenimiento Jet Set continúa acaparando la atención pública en República Dominicana. La solicitud de medidas de coerción presentada por el Ministerio Público señala como principales imputados a los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, quienes enfrentan acusaciones de negligencia grave tras la tragedia que dejó múltiples víctimas.
Uno de los elementos más reveladores del expediente es el testimonio del encargado de reservaciones del local, Gregorio Adames. Según su declaración, la noche del suceso se encontraban presentes aproximadamente 570 personas en el establecimiento, una cifra considerablemente superior al límite de seguridad. Su testimonio se ha convertido en una de las piezas fundamentales del caso, al ser considerado “el testigo estrella” por la fiscalía.
Revelaciones comprometen a los propietarios
Adames no solo confirmó el sobrecupo en el evento, sino que también aseguró haber emitido advertencias previas sobre los riesgos estructurales del inmueble. Según el Ministerio Público, dichas advertencias fueron ignoradas por los responsables del establecimiento. Lo que agrava aún más la situación es que, tras el incidente, el señor Espaillat habría visitado personalmente al testigo para indagar sobre lo que sabía, lo cual podría ser interpretado como un intento de coacción.
Además, Adames relató una conversación en la que se habría discutido la entrega de dinero en relación con el evento, lo que ha sido tomado por la procuraduría como un indicio de presión o intento de silenciar información. Ante este escenario, el Ministerio Público ha dispuesto medidas de protección para el testigo, alegando peligro procesal por parte de los acusados.
Informe técnico y segundo testigo
Otro testimonio clave fue ofrecido por Manuel Jiménez Mateo, quien respaldó un informe pericial que concluyó que el colapso del techo fue provocado por una sobrecarga estructural. El informe detalla fallas en la edificación que, combinadas con la masiva asistencia de personas, llevaron al colapso fatal.
El Ministerio Público ha dejado claro que, aunque la acusación actual se basa en el delito de homicidio involuntario, no se descarta una reclasificación legal en función de nuevas evidencias. Actualmente, este tipo penal contempla una pena inferior a los dos años, pero las autoridades evalúan si existen elementos que permitan una acusación más severa.
Un caso que mantiene en vilo a la opinión pública
La tragedia en Jet Set ha desatado una fuerte indignación nacional, al considerar que se pudo haber evitado si se hubieran acatado las advertencias previas. El caso también ha puesto sobre la mesa la responsabilidad penal de los organizadores de eventos y propietarios de locales en cuanto al cumplimiento de normas de seguridad.
Las audiencias continúan desarrollándose en el Tribunal de Atención Permanente, mientras el país observa con atención el desarrollo del proceso y las decisiones que tomará la justicia dominicana en los próximos días.
 
            
















































