Las bandas armadas que operan con creciente impunidad en Haití han tomado el control de la zona de Lascahobas, a apenas 40 minutos del paso fronterizo de El Carrizal, en la provincia Elías Piña, generando una nueva ola de violencia que mantiene en vilo a comunidades haitianas y dominicanas.
En lo que testigos describen como una «demostración de poder», miembros de estas pandillas atacaron a la Brigada de Vigilancia de Áreas Protegidas de Haití (BSAP), una unidad especializada en la protección del medioambiente que ha derivado en un grupo paramilitar.
Los criminales irrumpieron en la comunidad de Las cahobas, cercana a Belladère, y se apropiaron de vehículos oficiales, obligando a los agentes a huir en condiciones inciertas.
Sin embargo, la brutalidad no terminó con la retirada.
«En realidad, cada vez que conversamos, ya sea en foros como este, de manera multilateral con diferentes países, como cuando lo hacemos de manera bilateral con los diferentes gobiernos, están cansados del tema de Haití, de tanto tiempo, con tanta inestabilidad», dijo.
En ese sentido, aseguró que el país continuará insistiendo en la necesidad de una mayor responsabilidad internacional frente a la situación.
«Todos los países pueden cansarse de Haití, menos República Dominicana, y nosotros tenemos que insistir con el tema haitiano, y seguiremos insistiendo», manifestó.