En medio del conflicto armado con Irán, el gobierno israelí ha implementado restricciones estrictas que impiden a sus ciudadanos salir del país, según confirmaron medios locales este miércoles. La medida, anunciada por la ministra de Transporte, Miri Regev, busca limitar el movimiento de civiles en un contexto de alta tensión nacional.
“No se permitirá la salida de ciudadanos israelíes en este momento. Aquellos que están saliendo son visitantes: diplomáticos, turistas u otros con estatus especial”, declaró Regev en una conferencia de prensa.
Operativos de retorno y prioridad militar
El gobierno ha puesto en marcha un plan para facilitar el retorno de nacionales que quedaron atrapados en el extranjero tras el estallido del conflicto. El enfoque inicial estará en la repatriación de soldados de reserva, quienes serán considerados una prioridad estratégica.
Mientras tanto, cientos de personas están buscando rutas alternativas para escapar de la crisis. Según el medio Haaretz, hay un creciente número de intentos de huida por mar hacia Chipre, en yates que zarpan desde diversos puertos del país. Aunque la mayoría de los pasajeros evita hablar con la prensa, algunos han confesado haber pagado sumas elevadas —más de 2.000 shekels (500 USD) por persona, y en algunos casos hasta 6.000 shekels (1.600 USD)— por un lugar a bordo.
Riesgos y legalidad en las travesías
Estas travesías, que pueden durar entre 8 y 25 horas, se están realizando en embarcaciones que, en muchos casos, no cuentan con seguros ni autorizaciones legales para transportar pasajeros en mar abierto, lo que aumenta los riesgos para quienes emprenden la huida.
Condena internacional y temor a una escalada
La ofensiva israelí, que comenzó el 13 de junio con un ataque aéreo sobre territorio iraní, ha provocado una cadena de bombardeos cruzados entre ambas naciones. Las reacciones internacionales no se han hecho esperar. Países como Rusia, China, Turquía, Egipto y Arabia Saudita han condenado duramente la acción de Tel Aviv, acusando a Israel de violar el derecho internacional.
El presidente ruso, Vladímir Putin, expresó en una llamada con el mandatario estadounidense, Donald Trump, su preocupación por una posible escalada que podría tener “consecuencias impredecibles” para la estabilidad del Medio Oriente. Asimismo, el embajador ruso ante la ONU advirtió que las acciones de Israel podrían desencadenar una catástrofe regional de proporciones nucleares.
Desde América Latina, también se han sumado voces de rechazo. Gobiernos como los de Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela han criticado la ofensiva israelí y han llamado a una solución diplomática inmediata.